Aunque ya es el último día de travesía, todavía nos quedan muchos kilómetros por delante, así que algo antes de las ocho, estamos saliendo del refugio. Como ya viene siendo costumbre, le pregunto a la guarda del refugio que tal es el camino, y me aconseja que evite el Pas de l'Os para ahorrarme algún posible disgusto por vértigo. Así que nos recomienda bordear los lagos de Colomina y Mar por su derecha, en lugar de seguir el camino marcado en el mapa, y juntarnos de nuevo a la senda de Carros a la altura del estany de Saburó.
Así que al salir del refugio, vamos hacia la derecha y caminamos por una zona entre los lagos de Colomina, Frescau, etc... Nos despistamos con unos hitos que deben marcar la ascensión al Pic de Mainera y empezamos a subir entre bloques de piedra. Por suerte, enseguida nos damos cuenta del error y bajamos monte a través hacia el estany de Mar, donde vemos un pequeño camino que sube muy cómodamente y llegamos a lo alto del Pas de l'Os. Me asomo para ver lo que nos hemos ahorrado y veo que efectivamente la pendiente es muy pronunciada, aunque tiene unos escalones y dos paredes que lo protegen.
Continuamos hacia el estany de Saburó. Hay que tener cuidado, porque el camino se bifurca: hacia la izquierda por el Coll de Peguera, se baja directamente a Mallafrè y hacia la derecha por el Coll de Saburó se va hacia Blanc, que es por donde tenemos que pasar para sellar. Son casi las diez de la mañana cuando alcanzamos el estany de Saburó. La vista de este inmenso cráter (está muy vacío...) me desmoraliza. Además no veo claro cuál es el cuello que tenemos que cruzar. Empezamos a bajar hacia el lago y bloques enormes de piedras aparecen por todas partes. Sacamos el mapa para ver que efectivamente debemos seguir por ahí; miro el coll de Peguera, que a simple vista parece asequible. Miro el coll de Saburó, y a simple vista no me parece asequible, y menos con el lago vacío abajo...
Se me hace un nudo en la garganta, definitivamente no puedo más, esto no lo esperaba, y encontrarme con otra tartera que subir, por una ladera tan pronunciada, no me ayuda mucho a animarme. Dani me deja su mochila y se acerca al pie del collado. Vuelve intentado convencerme de que no es tan duro como parece y que hay una senda marcada entre las rocas. Pero, a esta alturas de la partida, el vértigo ya ha ganado la partida. Dani, me ve la cara y me dice que para sufrir no nos hemos venido de vacaciones, así que por el nos podemos dar media vuelta. Yo quiero seguir y terminar la travesía, pero mi cuerpo está totalmente paralizado por el miedo.
Así que nos volvemos, de nuevo evitando el Pas de l'Os. Nos encontramos de vuelta con Ana y su marido, y nos despedimos de ellos. Hacia las once, llegamos a la Colomina de nuevo, y los guardas salen preocupados, creyendo que ha pasado algo. Les explicamos, que me he quedado paralizada por el vértigo y que no me he atrevido a seguir. Me ofrecen una tila y a Dani un millón de posibilidades para ir a recoger el coche que está en Espot. Pero en general todas suponen que Dani se haga la ruta muy rápido, sin perderse y casi sin pararse. Un matrimonio que toma el sol fuera del refugio, escucha la conversación y se ofrecen a acercarnos a algún pueblo desde el que podamos coger un autobus.
Después de relajarnos, decidimos que bajamos al embalse de Sallente, porque es la opción más sensata. Así que agradecemos a los guardas su ayuda, que la verdad han sido encantadores con nosotros en todo momento (y comprensivos con la gente que sufre de vértigo!!!), y bajamos con el matrimonio hasta el embalse donde tienen el coche.
Me gustaría contaros que cruzamos el Coll de Saburó y que bajamos entre lagos al ídilico refugio de Josep Maria Blanc, que cogimos fuerzas y que por el Coll de Monestero bajamos de vuelta a Mallafrè, completando la travesía; pero, me lo estaría inventando. Así que como contaros la odisea de coche, autobus y taxi para llegar al aparcamiento del parque en Espot, no es muy interesante, esto se acaba aquí.
Aún así, el homenaje previsto nos lo dimos, que los cinco días que hemos andado por aquí han merecido la pena. Así que os dejo nuestras caras de felicidad, después de bajar a "tierra firme", a punto de disfrutar de una buena cena en la Vall de Boi, al pie de los montes que nos han acogido durante estos días.
Después de relajarnos, decidimos que bajamos al embalse de Sallente, porque es la opción más sensata. Así que agradecemos a los guardas su ayuda, que la verdad han sido encantadores con nosotros en todo momento (y comprensivos con la gente que sufre de vértigo!!!), y bajamos con el matrimonio hasta el embalse donde tienen el coche.
Me gustaría contaros que cruzamos el Coll de Saburó y que bajamos entre lagos al ídilico refugio de Josep Maria Blanc, que cogimos fuerzas y que por el Coll de Monestero bajamos de vuelta a Mallafrè, completando la travesía; pero, me lo estaría inventando. Así que como contaros la odisea de coche, autobus y taxi para llegar al aparcamiento del parque en Espot, no es muy interesante, esto se acaba aquí.
Aún así, el homenaje previsto nos lo dimos, que los cinco días que hemos andado por aquí han merecido la pena. Así que os dejo nuestras caras de felicidad, después de bajar a "tierra firme", a punto de disfrutar de una buena cena en la Vall de Boi, al pie de los montes que nos han acogido durante estos días.
Si señor.....no hay nada como una buena,recompensa después de la travesía.
ResponderEliminarImagínate si te dicen que el restaurante es vegetariano.......jajaja
Ese txuletón!! Bueno, seguirás contándonos otras rutas, o tendremos que pasarnos al blog del capitán Cook??
ResponderEliminarque ansia!!! tranqui que tengo más rutillas... pero con paciencia que esto requiere su tiempo!!!
ResponderEliminarCarliños, después de esto, me llegan a llevar a un vegetariano... y la lio parda!!!!jejeje
Vaya jugada que te pasó el vértigo aunque por la foto no creo que te sintieras tan mal. Estás muy guapa. Yo prefiero el mar que no tiene altura. Además siempre hay que dejar algo pendiente en los viajes, es una excusa para volver ¿no?
ResponderEliminarCon ese pedazo solomillo delante, es imposible sentirse mal!!!!
ResponderEliminarSiempre pensando en comer !!!!!Parece mentira que el encanto de la ruta no te llenara
ResponderEliminarpues muy bien, todo esfuerzo merece su recompensa. Lástima de besugo en vez de solomillo, pero ya se sabe que no se puede tener todo en esta vida. Por eso hay gente que sigue pensando en la otra.
ResponderEliminarAhora, a por el sendero de Camille, ¿no?
Que filosófico... si, si, este verano la senda de Camille... aunque espero no cruzarme con Camille por ahi...
ResponderEliminary lo de la comida... aunque no te lo creas, un día me comí una mandarina!!! ahí es ná... (tenía sed y no me quedaba agua...)
pues nada, te ha quedado un blog muy chulo, y de gran utilidad para cualquiera que esté pensando en hacer el recorrido, aunque sufra de vértigo. Supongo que el recorrido de Camille no será comparable a éste en dificultad, necesitará andar por donde haya más hierba y no tanta piedra.
ResponderEliminar¿Para cuando el siguiente? Tus fans lo esperamos con impaciencia.
ResponderEliminarHola Núria,
ResponderEliminarEt volia escriure un mail sobre La Senda de Camille però no he trobat la teva adreça per aquí. Si us plau, si ets tan amable escriure-me a través de "Contacto" de la meva web Gronze.com per així tenir el teu mail.
Gràcies.